Aunque parecía que iba a llover nos hizo un tiempo perfecto para conocer el barranco y aprender cosas sobre su flora, su fauna, los usos del territorio y cómo se formó.
Pudimos contemplar la belleza del otoño con los colores anaranjados de los quejigos y el amarillo de los chopos, nogales y cerezos del bosque de ribera.
Pasamos un día perfecto observados por los buitres leonados que habitan en las paredes del barranco.



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